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“HACE 4 AÑOS DESAPARECIDO NECESITO DÓNDE IR A LLORAR”, EXPRESA SU ESPOSA

Carlos Emilio Reynosa Platero desapareció el 14 de noviembre del 2018, cuando se dirigía a su puesto de trabajo como taxista en los alrededores de un centro comercial que se encuentra sobre el bulevar Los Héroes, en la Capital. Hoy se cumplen cuatro años de la desaparición de Carlos Emilio Reynosa Platero y su esposa e hijos aun no tienen información de qué fue lo que pasó y donde se encuentran sus restos.

Y es que desde el 14 de noviembre del 2018 que Carlos salió de su vivienda en la zona de la Metrópolis, de Mejicanos, su familia ha vivido un calvario. “Necesito dónde llorar, es triste no saber que pasó, queremos enterrarlo para que su alma esté en paz”, relató su esposa, quien prefirió omitir su nombre por represalias.

Reynosa Platero trabajaba como taxista durante las noches y tenía su puesto en los alrededores de un centro comercial que se encuentra en el bulevar de Los Héroes, en la Capital.

El día de su desaparición, Carlos se despidió de su esposa a eso de las 6:30pm y salió hacer viajes, prometió llamarle como de costumbre, pero su última conexión fue a las 7:30 de la noche. Aunque su esposa se preocupó porque no había llegado, no pudo llamarle en ese momento porque no tenía saldo en su celular. Fue hasta la mañana que le pidió una llamada a su hija mayor.

La joven verificó en su celular, pero su padre no se había conectado desde una hora después de haber salido de su vivienda. Por lo que creen que Carlos no llegó hasta su destino. Su esposa e hija mayor lo han buscado desde ese día, en hospitales, Medicina Legal, lugares aledaños al lugar donde trabajaba, pero nunca tuvieron pistas sobre su paradero.

“Él alquilaba el taxi, pero tampoco apareció”, explicó la esposa, al preguntarle sobre el vehículo que utilizaba Carlos para hacer los viajes. Por lo que interpusieron la denuncia ante la delegación de la Policía en Mejicanos, pero las autoridades solo les tomaron sus datos y dijeron que les avisarían si tenían alguna información.

A los días les asignaron un detective, pero cada vez que su esposa preguntaba por los avances, le respondían con más preguntas sobre si ella había escuchado algo en su colonia. “Cada vez que llegaba, él (detective) me preguntaba a mí si yo sabía algo”, relató.

A pesar del poco interés mostrado por la Policía, su esposa no dejo de ir a la delegación a pedir información. Un mes después de la desaparición de Reynosa Platero, una llamada pondría en alerta a su familia. Un sujeto con vocabulario de pandillero la amenazó y les ordenó que se fueran de la zona, sino querían que les pasará lo mismo que a Carlos.