El abogado penalista Otto Flores expone que con los operativos y capturas se “estigmatiza” a los vecindarios, como ha ocurrido en Comasagua y Soyapango. ¿Qué sigue después de la implementación de los cercos militares en los municipios? es lo que preocupa tanto al abogado penalista Otto Flores, como al experto en prevención de la violencia Juan Carlos Torres.
Flores expuso que si bien se ha logrado controlar a las pandillas, preocupa pensar cuál es la siguiente etapa, qué va a seguir después, pues, a su juicio, no existe una política criminal dirigida; por ejemplo, a buscar las empresas o lugares donde se encuentra el dinero ilícito que las pandillas, durante tantos años, han recaudado por medio de la extorsión.
“Vemos que se está usando las fuerza de la Policía y de militares más para generar encabezados, para generar la opinión pública pero no vemos una política criminal concreta para desarmar y desarticular del todo a la estructura de la pandilla como tal, y me refiero ya no a capturar a alguien de bajo o alto rango, sino a atacar las finanzas de la pandilla”, dijo.
Añadió que pese a que existe una Ley contra el lavado de dinero y activos, no se está atacando estas áreas, y consideró que hace falta mayor investigación y capacitación para profesionalizar más a la Policía Nacional Civil para trabajar en esa línea.
En octubre pasado, el presidente Nayib Bukele también militarizó Comasagua, en La Libertad, tras la muerte del mandador de una finca, que no había pagado la extorsión. En ese lugar, 2,000 soldados se apostaron en las calles con la misión de capturar a los pandilleros que operaban en la zona.
Las autoridades reportaron más de 40 pandilleros detenidos y dijeron que la medida se extendería a otros municipios de la zona. No obstante, unas semanas después los vecinos señalaron que seguían siendo víctimas de la extorsión.
Para Juan Carlos Torres, el ejercicio de Comasagua podría ser un parámetro para medir lo que se estaría logrando en Soyapango, en cuando al número de capturas.
“Estoy a la expectativa porque esto es solamente para mantenernos ocupados. Todo el mundo está viendo el cerco militar, pero ¿qué viene después de eso? Es ahí donde hay que estar más acuciosos”, señaló.
Al hablar del plan control territorial, Flores es tajante en señalar que no existe ni ha existido en este gobierno un verdadero control de los territorios; por el contrario, dice se van haciendo lanzamientos de fases de un plan de seguridad que nadie conoce.
A su criterio, tras las militarizaciones dentro de las comunidades lo que se tendrá es una disminución de los requisitos para poder generar la detención de una persona, pero bajo la clasificación del lugar donde vive. Añadió que en Soyapango y Comasagua existe una clara estigmatización y lo que se podría estar buscando es “normalizar” la militarización de la seguridad dentro de las comunidades.